Proyectar una casa en distritos como San Isidro, Miraflores o Chacarilla, implica cuestionar que tipo de partido a seguir. Estos distritos limeños se caracterizan por un crecimiento vertical de edificios que sofocan la vista de las pocas áreas de baja densidad todavía existentes. Por tal razón, se decidió investigar la topología de la “casa-patio”, muy utilizada en la época de la colonia, para focalizar las vistas hacia el interior de la parcela.
Dentro de un terreno de 850m2 debíamos diseñar aproximadamente 1000m2 de área construida, dejando la mayor cantidad de área libre posible. El patio es el alma de la casa. Integra el programa, conecta visualmente los tres pisos de la casa (piso 1, 2 y sótano), y alberga la escalera principal. Esta ultima se diseñó como un volumen flotante que no llega hasta el piso del patio en el sótano. Se accede a la casa mediante un hall de ingreso vidriado que confina el patio mediante un volumen ligero tipo puente, de un solo piso.
Exploramos el concepto de dilatar el espacio y unir visualmente el patio con el jardín posterior mediante una sala-comedor y terraza que tuvieran muy pocos elementos estructurales. La casa fija la vista al oeste, un amplio alero permite controlar el ingreso del sol por las tardes. El volumen del dormitorio principal se asoma sobre la piscina apoyado en dos columnas en forma de ‘V’.