La Playa La Honda es una caleta en forma de herradura, profunda y apacible, flanqueada por dos macizos de roca. Desde tiempos milenarios, es un lugar de pesca y descanso como lo prueban los restos pre-incas encontrados allí. En los años cuarenta, un grupo de amigos aficionados a la pesca funda el Club y construye unas precarias instalaciones para guardar botes y redes.
Hace tres años, recibimos el encargo de hacer en ese mismo lugar, un espacio que cumpliera con dos objetivos, uno: crear una solución eficiente para guardar botes y equipos náuticos, dos: crear un espacio alternativo como solución a la sobre densificación de la playa. El programa requería ubicar en el primer nivel: boteras, depósitos y baños. En el segundo nivel: el área social.
El proyecto se integra al paisaje circundante. Lo hace con una arquitectura no protagonista que se subordina al entorno de rocas y mar. Hemos querido que la construcción se mimetice con el cerro y que parezca que sale de la roca. Se dibujaron las curvas siguiendo la forma natural del terreno. Estas curvas se convirtieron en muros-andenes de piedra. Estos muros organizan _a la manera de terrazas_ tres zonas escalonadas: la terraza techada, el deck para tomar el sol y la piscina.
Los materiales se eligieron con criterios de integración al entorno, fácil mantenimiento, resistencia y durabilidad por su ubicación frente al mar y economía.
La búsqueda esencial del proyecto consiste en generar un espacio de interacción que promueva la cohesión en la comunidad y el disfrute hedonista.